
Nebbiolo supone para Italia lo que Pinot Noir a Francia. Una uva tinta que seduce tanto a los entendidos como exaspera a sus viticultores. Su carácter voluble y aristocrático, uva de reyes y rey de uvas, resulta un incordio para los agricultores.
Se trata de una de las variedades más antiguas de Italia. Mencionada por primera vez en 1266 cuenta con varias sinonimias, entre las que se incluyen Chiavennasca, Spanna, Picotendro y Picoténer.
Corren diversas teorías sobre la procedencia de su nombre. A finales de octubre, época de vendimia, las colinas de Langhe en Piemonte se cubren de nieblas otoñales. Por su parte, un grueso velo, similar a una neblina, se forma alrededor de la piel de las oscuras bayas maduras. Estos dos sucesos dan argumentos a quien cree que su etimología procede la palabra Nebbia, niebla en italiano.
Otros, en cambio, piensan que proviene del término nobile, que significa noble en italiano. Puesto que nobles y reyes fueron los primeros productores que plantaron esta variedad.
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